Ropa calefactada
Cuando la temporada se pone particularmente fría es importante tener una excelente protección en la bicicleta, para poder soportar bajas temperaturas y rutas más largas. Gracias a las nuevas tecnologías basadas en fibras de carbono resistivas, la
ropa calentada le permite elevar la temperatura incluso cuando el ambiente está helado. Se trata de sistemas de baterías que alimentan resistencias de baja intensidad insertadas en el interior del tejido y que permiten
calentar unos pocos grados los puntos más sensibles, permitiendo que tu cuerpo permanezca protegido y caliente, incluso cuando en el exterior cae mucho por debajo de cero. La ropa calefactada es prácticamente indispensable en el caso de caminos nevados o temperaturas bajo cero a las que se enfrenta la moto, pero también es una excelente ayuda simplemente para aquellos que tienen que coger el patinete para ir a trabajar por la mañana, o simplemente no soportan las bajas
temperaturas del invierno. Las resistencias tejidas en la ropa calefactada están hechas de
fibras de carbono distribuidas con una tecnología que permite el lavado de acuerdo con las reglas de la etiqueta, al igual que para cualquier otra prenda de vestir. La
batería suministrada le garantiza una autonomía de varias horas con una huella pequeña, ya que es
ligeramente más grande que la de un teléfono móvil y está alojada dentro de un bolsillo especial. La batería se puede
recargar durante la noche en casa desde una toma de corriente, para garantizar que nunca se agote. La ropa calefactada va desde chaquetas hasta
pantalones,
guantes y calcetines así como otros accesorios, porque es importante poder aprovechar la comodidad que ofrece la tecnología y no tener que soportar un entorno que a veces puede ser demasiado hostil para un motociclista. Las ropas calefactadas, junto con las térmicas, son ideales para largas travesías en moto, pero también para tus salidas dominicales en pleno invierno.